Los rotos tenemos heridas tan complicadas que nadie puede llegar a descifrar.
Nuestras emociones son rompecabezas que ni nosotros mismos llegamos a comprender.
Los pensamientos negativos nos encadenan y no nos permiten ver un futuro mejor.
Los rotos no somos felices, solo transitamos en este camino llamado «vida».
Nosotros tenemos un alto sentido para poder sentir a los que son iguales a nosotros.
Guardamos lo que somos y sentimos en una bonita sonrisa para que los demás estén bien.
Los rotos no queremos ser simples marionetas como lo es casi toda la humanidad y por eso se nos tildan de rebeldes.
Nuestra visión va mucho más allá que la de una persona normal, podemos ver el mundo como realmente es.
Solo buscamos que nos acepten y comprendan.
Los rotos podemos salvar al mundo.