Le tengo envidia. Ella se encuentra en esa caja de madera, se despide de este infierno que tiene por nombre vida. Pero yo sigo aquí luchando. Sobreviviendo.
Cochina envidia. Daría cualquier cosa por estar en su lugar. Encontrarme con mis ojos cerrados y descansar de mis demonios.
Me encuentro desesperado. Vivir me duele.
Cómo negar éstas inmensas ganas de morir. Ella tenia tantas ganas de seguir y la muerte ni le tuvo compasión. Yo deseo morir y tengo que aguantar la terrible espera del día de mi muerte.
Mi cabeza quiere explotar. Mis manos sufren fuertes temblores. Otro día más deseando que todo acabe.
Muerte añorada, para que apurarla si de todas maneras va a llegar? qué venga cuando tenga que venir, por mientras hay que vivir historias para contarle a la Dama Blanca cuando aparezca a su cita.
Me gustaMe gusta
Interesante teoría
Me gustaLe gusta a 1 persona