Apareces y dices que no puedo cambiar, hablas y hablas sin imaginar lo que puedo lograr. Esta vida ha sido muy dura. El dolor está presente en cada recuerdo que en mi memoria perdura.
Tú vienes y dices que mis problemas son tontería, solo si estuvieras un segundo en mis zapatos caerías en depresión crónica sin pensarlo. Un día me viste llorando y me reprochaste que dejara de actuar, allí me di cuenta que todo lo que decías era únicamente tu manera de pensar.
Desde ese momento decidí no tomarlo personal, comencé a caminar solo, si no estuviste cuando estuve mal, no esperes detenerme ahora que quiero avanzar.
Tus palabras hirientes daño no causan ya.
👏
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