Solo me bastó verte una vez para saber que mi mundo no sería el mismo. El sentirme sin aire producto de tu mirada aumentaba mi ansiedad. Dejar de dormir ideando un plan para poder volar al ritmo de la melodía de tu voz.

Un salto de fe. Tomar toda mi falta de confianza y convertirla en fuerza de voluntad para poder acercarme y decirte «Hola».

Te impregnaste en mí y ahora no sé cómo hacerte salir. Intento marcharme, objetivo fallido. Trato de verte como amiga, me derrito cada ves que apareces.

Soy el culpable por ilucionarme. Acepto mi sentencia de muerte. Acepto que nada de lo que imaginé nunca podrá pasar.

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El Monstruo.

Pides mi atención.

Pides que te mire.

Pides que te toque.

Pides que te ame.

Ayer fui tu esclavo pero hoy quiero ser libre.

Siempre me dabas lo que pedía, no lo que necesitaba.

Pedía amor y tú me dabas placer.

Pedía compañía y tú solo decías un «Hola».

Pedía amistad y tú me ofrecías entretenimiento.

Pedías comprensión y tú me brindabas conocimiento.

Quieres renacer cómo el ave fénix, muerdes las cadenas que te impuse. Súplicas a gritos misericordia.

Amas tenerme hipnotizado.

Amas sentir que te necesito para vivir.

Amas ser lo único que me libera.

Amas destruirme.

Lloró para que no tomes control de mi cuerpo. Quiero seguir libre pero estas rompiendo los barrotes de tu celda.

El monstruo está ganando.

Queria

Queria crear un futuro contigo. 
Quería despertar cada mañana con mis manos entrelazadas a las tuyas.
Quería que mis labios se perdieran en tu espalda. 
Quería sentir tus besos activando cada uno de mis sentidos.
Pero llegó él y te enamoraste de su musculatura, de la forma en que juega fútbol. En lo físico, él es más guapo que yo pero nunca podrá igualar lo que siento por ti.
Aunque no sé como sentirme porque me siento feliz de ver que tú eres feliz con él. 
Me duele aceptar que en infinidad de campos él es mejor persona que yo, mis errores son una prueba irrefutable de que él es mucho más perfecto que yo.
Solo quisiera que escucharas mi versión de nuestra historia, sobre cómo desde pequeños el destino nos unió, cómo cada acontecimiento de nuestra vida nos unía más y más, en mis sueños el resultado de contarte esa historia es que me abrases sin decir una palabra y me enseñaras que esta pesadilla no es verdad pero en beneficio de tu felicidad he decidido retirarme elegantemente.

Ahogar lo que quiero es lo correcto.