La iniciación

Estimado Ricardo suarez.

Lamento no haberle escrito antes pero mis investigaciones se han estancado un poco y eso me preocupa.

Mi última investigación ha sacado ha relucir algo que me parece sumamente curioso, he descubierto que la mayoría de las personas fueron iniciadas en la sexualidad por alguien que no debería haberlo hecho.

Por ejemplo he escogido a tres personas al azar y les he hecho la pregunta sobre cuál fue su primera experiencia sexual.

1) Marcos 20 años.

-Me parece un poco sorpresiva tu pregunta pero creo que fue a los 8 años, dos de mis primos fueron a visitarnos a mí y a mi familia. Ellos eran hermanos y tenían unos 13 y 15 años. En un momento que quedé solo con ellos y me mostraron pornografia, desde allí me inicié en ese vicio.

2) Antonio 19 años

-No es fácil para mí hablar esto. Fue a los 10 años, tenia un primo de 14 años y vivía cerca de mi casa. Yo no tenia en ése momento hermanos menores, no tenia con quien compartir así que él era mi único amigo. Cierto dia me menciono que estaba pasándole algo extraño a su cuerpo. Yo con una gran curiosidad decidí preguntar que era. Entonces se bajó su pantalón y me mostró un poco de vello púbico. Desde ese dia tomamos más y más confianza hasta que…

3) Gerardo. 23 años

-Tenia 5 años y estaba jugando con 3 de mis primos de mi misma edad. Un dia ofrecieron enseñarme un juego nuevo que habían visto en una revista de su papá.

Realmente fue muy complicado hacer semejante pregunta a hombres y más cuando tiene que ver con una iniciación con un familiar y de su mismo sexo.

Ya que usted es psicólogo podría ayudarme a entender este fenómeno.

                    ATENTAMENTE:

                     Miguel Sanchez

Anuncio publicitario

El Monstruo.

Pides mi atención.

Pides que te mire.

Pides que te toque.

Pides que te ame.

Ayer fui tu esclavo pero hoy quiero ser libre.

Siempre me dabas lo que pedía, no lo que necesitaba.

Pedía amor y tú me dabas placer.

Pedía compañía y tú solo decías un «Hola».

Pedía amistad y tú me ofrecías entretenimiento.

Pedías comprensión y tú me brindabas conocimiento.

Quieres renacer cómo el ave fénix, muerdes las cadenas que te impuse. Súplicas a gritos misericordia.

Amas tenerme hipnotizado.

Amas sentir que te necesito para vivir.

Amas ser lo único que me libera.

Amas destruirme.

Lloró para que no tomes control de mi cuerpo. Quiero seguir libre pero estas rompiendo los barrotes de tu celda.

El monstruo está ganando.

Dime que si

¿Es tan malo querer amarte? ¿Es tan prohibido soñar con besar el néctar de tus labios? ¿Es tan dañino desear rodear tu cintura con mi brazo?

Sé que hay infinidad de cosas que nos alejan pero yo quiero vencer cualquier obstáculo.

Me imagino tu sonrisa y comienzo a sentir ese cosquilleo interior.

Y pienso que:

Solo un beso cambiaría nuestra historia.

Solo un te amo encendería nuestros sentimientos, causando un voraz incendio que consumiría nuestra vidas.

Solo un abrazo sanaría nuestras heridas.

Solo una llamada y alegrarías cada instante de mi día.

Solo una mirada y correría a tu lado.

Colocas tu dedo índice en mi boca tratando de detener mi acercamiento; mencionas nuestra diferencia de edad pero yo quiero correr el riesgo.

¿Es tan malo querer despertar a tu lado?

¿Es tan malo pensar todo el día en ti?

Solo con un «puede ser» harías que te esperarse hasta el final de mi vida.

No comprendo tus señales; son tan confusas. Nos miramos y empieza esa extraña sensación. Me sonríes y quiero salir corriendo a besar tus labios. Te acercas y quiero abrazarte. Me das la espalda y tu rechazo me quiebra.

¿Es tan malo querer pasar toda mi vida contigo?