Él

Entregué mi cuerpo pensando que encontraría amor. Fue una ilusión perfecta porque solo conseguí dolor.

Entregué cada centímetro de mi ser.

Decidí arroparme con las sabanas de la indiferencia. Cubrí mis problemas con una inmensa neblina que me impedía verlos.

Pensé que estaba en un lugar seguro, pero su compañía me introducía cada día más en un infierno.

Él me quitaba la soledad. Me hacia olvidar mis tristezas. Secaba con sus dedos mis lágrimas. Me miraba con sus inmensos ojos y me decía que todo estaría bien. Él me mimaba haciéndome sentir protegido. No había pasado, ni futuro estando a su lado.

Su caliente piel quitaba el insoportable frío que la muerte dejaba. El placer que me brindaba era indescriptible, nada lo igualaba. Sus besos eran masajes que me hacían olvidar los malestares del dia. No había en mi mente otra cosa que pensar él, no necesitaba otra compañía.

Ojalá los demás comprendieran porqué te amaba.

Cuando te fuiste esa neblina se esfumó, y mis problemas aparecieron de nuevo. Pero eran más fuertes, eran gigantescos.

Fuiste una ilusión. Una perfecta ilusión.

Anuncio publicitario

No hables.

Suenas tan estúpido cuando dices que me comprendes. Solo dices lo que crees que quiero oír.

Cómo puedes saber lo que siento si no has pasado por lo mismo. Dices que todo pasará, pero no conoces mi infierno.

Solo cuando pases por esto, podrás saber cómo se siente. Cuando veas todo a tu alrededor destruirse. Cuando el dolor consuma tus días. Cuando sientas que no existe el mañana. En ese momento, ven y dime que me comprendes.

Es mejor que no digas nada. Si quieres acompañarme solo sientate a mi lado y ve el amanecer conmigo, pero no trates de consolarme.

Diciendo que los problemas de otros son mayores, no ayudará a cicatrizar mis heridas. Mencionando que el tiempo cura todo, no hará que muera esta maldita soledad que me consume. Gritando que vea más allá de mis problemas, no hará que ellos se marchen. Pidiendo que me perdone, no limpiará mi pasado.

Necesito tomarme mi tiempo. Necesito sufrir éste momento. No rebajes mis sentimientos.

Cuando te pongas en mis zapatos, quizás tampoco lo soportes, así que no me juzgues.

Solo toma mi mano y llora conmigo.

No hables.

Suenas tan estúpido cuando dices que me comprendes. Solo dices lo que crees que quiero oír.

Cómo puedes saber lo que siento si no has pasado por lo mismo. Dices que todo pasará, pero no conoces mi infierno.

Solo cuando pases por esto, podrás saber cómo se siente. Cuando veas todo a tu alrededor destruirse. Cuando el dolor consuma tus días. Cuando sientas que no existe el mañana. En ese momento, ven y dime que me comprendes.

Es mejor que no digas nada. Si quieres acompañarme solo sientate a mi lado y ve el amanecer conmigo, pero no trates de consolarme.

Diciendo que los problemas de otros son mayores, no ayudará a cicatrizar mis heridas. Mencionando que el tiempo cura todo, no hará que muera esta maldita soledad que me consume. Gritando que vea más allá de mis problemas, no hará que ellos se marchen. Pidiendo que me perdone, no limpiará mi pasado.

Necesito tomarme mi tiempo. Necesito sufrir éste momento. No rebajes mis sentimientos.

Cuando te pongas en mis zapatos, quizás tampoco lo soportes, así que no me juzgues.

Solo toma mi mano y llora conmigo.

Una Nueva Esperanza.

Quiero vivir, deseo sentir eso que llaman vida.

Caminar sin centrarme en el pasado, solo disfrutar el presente.

Escuchar a un niño llorar, sin sentir envidia de su llanto.

No centrarme nunca más en mis errores y enfocarme en encontrar nuevos logros.

Conocer nuevas sensaciones, sentir que hay otras cosas que pueden hacerme volar aparte de la masturbación.

Deseo sentir que valgo, que tengo propósito.

Dejar toda máscara y ser el «Yo» real.

Dejar mi adicción a un lado y sentir que solo necesito de mí mismo para ser feliz.

Una muerte se acerca.

Puedo no tener un hermoso pasado. Puede que me espere un horroroso futuro. Pero el presente es mio y voy a aprovecharlo.

Gracias a todos mis lectores por ser parte de éste presente.

Catástrofe 

 Tengo miedo de lo que pueda hacer. Él me habla al oído y me pide que lo complazca.

Me dice que no puede alejarse de mí porque yo ya soy parte de él. Siento como toma posesión de mí y apenas puedo evitarlo.

Nadie comprende lo que me está sucediendo. Tengo terror de mi presente, tengo pavor de mi futuro.

Siento su mirada acechándome y solo puedo bajar la vista demostrando mi impotencia.

Veo esa frase es mi pared: «Debes saber que esto también pasará»; cierro mis ojos y pido que se haga realidad. Pido que alguien me salve. Pido que todo esto termine para poder ser feliz .

Este año comenzó con su regreso. No sé que esperar de los próximos doce meses.