Me miras de una forma extraña.
Me has hecho una propuesta que debo rechazar enseguida. Intentas besarme y yo retrocedo. Coges mi nalga derecha, la aprietas como tu propiedas.
Preguntas con un gesto obceno si suelo masturbarme. Tu pregunta me toma desprevenido y la sorpresa me invade. Respondo diciendo que no es tu problema.
Dices que quieres probar mi lengua dentro de tu boca y enseguida puedo oler los aires de doble sentido.
Deseas dormir desnuda en mi cama.
En mi cabeza quiero creer q es una pesadilla.
Si no fueramos tan diferentes no abria problema.
Pero apenas tienes once años y ya eres una leona que con gran hambre sale a cazar.